domingo, 19 de mayo de 2013


EL NOMBRE DE LA ROSA

UNA PELÍCULA DE JEAN-JACQUES ANNAUO. UNA  OBRA DE UMBERTO ECO.

Stephany Delgadillo

 
La historia está narrada en primera persona por el ya anciano Adso, que desea dejar un registro de los sucesos que presenció siendo joven en la abadía.

El franciscano Guillermo de Baskerville y su discípulo Adso de Melk, llegan a una abadía ubicada en el norte de la Roma del siglo XIV y famosa por su impresionante biblioteca con estrictas normas de acceso. En la abadía se ha dado un  acontecimiento inexplicable: uno de sus monjes ha muerto de una forma muy misteriosa.

En la abadía, viven monjes que vienen de lugares lejanos y acuden al lugar para poder consultar los libros que sólo se encuentran en esa biblioteca. Es por eso que se guardaban con tanto celo algunos libros considerados como “prohibidos”: Guillermo y Adso, intentan resolver el misterio descubriendo que las muertes giran alrededor de un libro envenenado, un libro que se creía perdido,  el segundo libro de la Poética de Aristóteles.  

 

El método científico y deductivo de Guillermo se ve enfrentado al fanatismo religioso de Jorge de Burgos, el anciano bibliotecario que mantiene oculto el libro. Éste sostiene que la risa mata el temor y sin temor no puede existir la fe, porque sin temor al demonio, ya no se necesita a Dios.

En el fondo, lo que le preocupa a la Iglesia no es que se sepa si Jesús fue pobre o no, le angustia que nazca entre los fieles la idea sobre si debe ser pobre o no la Iglesia Católica. La influencia y poder que ha sostenido la Iglesia peligrarían.

El título de la película, adaptación del libro de Umberto Eco con el mismo nombre “El nombre de la rosa” es una figura simbólica que resultaba llena de significados: rosa mística, un laberinto  de rosas, una rosa es una rosa bella por sí sola, es una rosa oculta. Carece de significado final debida al exceso de significados acumulados.

 

Fuera de la religión, no se permitía la libertad de pensamiento. Sólo la compostura y el más estricto cumplimiento reglas y normas regidas por la moral católica eran permitidos. “Cuando la mujer perversa por naturaleza se vuelve sublime mediante la santidad, puede ser el vehículo de gracia más noble”…

Como claro ejemplo, está este libro misterioso que quien lo leía moría.